domingo, 15 de abril de 2012

No te imaginas lo que daría por volver a ser en lo primero que piensas al despertarte...

Pensaba que no me iba a doler tanto cuando te echaras una nueva novia, que me sería indiferente... Al fin y al cabo eso no cambia mucho las cosas; con novia o sin novia tú ibas a seguir fuera de mi vida. Que jamás podré acurrucarme en tus brazos ya es un hecho, es algo que ya está asimilado (lo que no quiere decir superado). Es algo que se veía venir y sabía que tarde o temprano llegaría, pero creo que nunca se está totalmente preparado, por más que durante estos meses haya estado intentando concienciarme y preparar mi mente para aceptar con la más naturalidad y serenidad posible la inevitable y trágica noticia.
Todos estos meses he estado imaginándote en brazos de otra, besándola, acariciándole, contándole como te había ido el día... tal y como hacías conmigo. He estado imaginándome a tu lado, he estado imaginando como me mirabas, como me acariciabas la mano. Pero no era yo. Era yo dentro de otra. Esa otra imaginaria que YA existe.
Ahora no puedo parar de pensar a todas horas que en este momento estarás con ella, haciendo todo lo que hacías conmigo, o le estarás mandando un mensaje diciéndole lo mucho que la echas de menos y la ganas que tienes de verla. Diciéndole lo maravillosa que es y lo a gusto que te sientes a su lado.
Puedo imaginarte como piensas en ella en estos momentos, y en como me has apartado totalmente de tus pensamientos, mientras que a mí me cuesta cada día más arrancarte totalmente de mi vida.
Es cierto que hace tiempo que me apartaste de tus pensamientos y que no piensas en mi, ni me echas de menos, ni tienes ganas de verme, pero estaba más tranquila sabiendo que la última persona que has tenido en tus pensamientos al levantarte y al acostarte he sido yo, y que aunque solo fuera por un momento, de vez en cuando, yo aparecía por tu cabeza.
Pero ahora no. Ahora tus pensamientos están dedicados por completo a ella.
Y aunque no debería afectarme ni importarme, me afecta y más de lo que pensé que me llegaría a afectar.