viernes, 25 de mayo de 2012

En un invierno perpetuo

Esto parece la historia interminable. Un ciclo sin fin. Un invierno perpetuo.
No consigo ver la luz, y cuando alcanzó a ver un pequeño atisbo, pronto se esfuma para volver a esta eterna oscuridad en la que un día entré y no sé como ni cuando saldré.
A lo largo de nuestra vida conocemos a varias personas. Algunas permanecen con nosotros a lo largo de este largo camino, acompañándonos en los buenos y en los malos momentos, intentando hacernos la vida un poco más agradable... y otras, por algún motivo, el destino decide que deben apartarse, abandonarnos en el camino, y dejar de formar parte de nuestra vida.
¿Y cómo consigue uno intentar seguir su vida sin esa persona que le hacía la vida tan agradable, esa persona que consideraba indispensable para continuar caminando?
¿Debe sustituirla por otra? ¿Se puede reemplazar una persona por otra, igual que se reemplaza un televisor por otro cuando un día, de pronto, decide dejar de funcionar y abandonarte? No hay problema con el televisor; si no quiere seguir entreteniéndote, ni estar contigo cuando te sientes solo, se va a la tienda y se compra otro igual, u otro incluso mejor; tiras el que decidió abandonarte y colocas el nuevo en su lugar, y nunca más echas de menos al antiguo televisor.
¿De verdad podemos hacer lo mismo con una persona? ¿Podemos encontrar otra igual? Supongo que si, e incluso se podrá encontrar otra mejor, como en el caso del televisor.
Pero yo no consigo encontrar a nadie que consiga reemplazarte. No consigo encontrar a nadie que me haga la vida tan agradable como TÚ lo hacías. 
¿Por qué decidiste vivir tú vida sin mi? ¿Para que apareciste para al tiempo irte y hacer como si nunca hubieras aparecido?

domingo, 15 de abril de 2012

No te imaginas lo que daría por volver a ser en lo primero que piensas al despertarte...

Pensaba que no me iba a doler tanto cuando te echaras una nueva novia, que me sería indiferente... Al fin y al cabo eso no cambia mucho las cosas; con novia o sin novia tú ibas a seguir fuera de mi vida. Que jamás podré acurrucarme en tus brazos ya es un hecho, es algo que ya está asimilado (lo que no quiere decir superado). Es algo que se veía venir y sabía que tarde o temprano llegaría, pero creo que nunca se está totalmente preparado, por más que durante estos meses haya estado intentando concienciarme y preparar mi mente para aceptar con la más naturalidad y serenidad posible la inevitable y trágica noticia.
Todos estos meses he estado imaginándote en brazos de otra, besándola, acariciándole, contándole como te había ido el día... tal y como hacías conmigo. He estado imaginándome a tu lado, he estado imaginando como me mirabas, como me acariciabas la mano. Pero no era yo. Era yo dentro de otra. Esa otra imaginaria que YA existe.
Ahora no puedo parar de pensar a todas horas que en este momento estarás con ella, haciendo todo lo que hacías conmigo, o le estarás mandando un mensaje diciéndole lo mucho que la echas de menos y la ganas que tienes de verla. Diciéndole lo maravillosa que es y lo a gusto que te sientes a su lado.
Puedo imaginarte como piensas en ella en estos momentos, y en como me has apartado totalmente de tus pensamientos, mientras que a mí me cuesta cada día más arrancarte totalmente de mi vida.
Es cierto que hace tiempo que me apartaste de tus pensamientos y que no piensas en mi, ni me echas de menos, ni tienes ganas de verme, pero estaba más tranquila sabiendo que la última persona que has tenido en tus pensamientos al levantarte y al acostarte he sido yo, y que aunque solo fuera por un momento, de vez en cuando, yo aparecía por tu cabeza.
Pero ahora no. Ahora tus pensamientos están dedicados por completo a ella.
Y aunque no debería afectarme ni importarme, me afecta y más de lo que pensé que me llegaría a afectar.

domingo, 4 de marzo de 2012

En ausencia de ti...



Yo como un árbol desnudo estoy sin ti
mis raíces se secarán,
abandonada así,
me hace falta que TÚ estés aquí.

Es cierto que el tiempo hace el olvido.
Es raro, pero a pesar de que no ha pasado ni un año, veo ya muy lejanos esos momentos tan felices 
que pasé junto a ti.
Poco a poco he ido acostumbrándome a mi vida antes de que tu aparecieras en ella, ya no me paso las 24 horas del día pensando en ti... pero aún sigues en mi mente, y me he dado cuenta de que jamás 
podré apartarte por completo de mi cabeza. Por mucho tiempo que pase, los recuerdos permanecerán 
toda la vida, y eso es algo con lo que tengo que aprender a vivir.

Pero aunque vea lejos esos momentos no quiere decir que no los eche de menos. Te echo muchísimo
de menos y te necesito más que a nada en el mundo, pero estoy intentando acostumbrarme a vivir con 
tu ausencia, porque sé que es lo único que me va a quedar de ti el resto de la vida.

domingo, 12 de febrero de 2012

Nunca te olvidaré

 http://www.youtube.com/watch?v=pRrjt4htXlE&ob=av2e

"Pueden pasar tres mil años,
puedes besar otros labios,
pero nunca te olvidaré".


"Cómo olvidar tu sonrisa,
cómo olvidar tus miradas,
cómo olvidar que rezaba
para que no te marcharas".



Antes de marcharte, debiste decirme que tenía que hacer para arrancarte de mi vida...


domingo, 29 de enero de 2012

Las miradas dicen lo que los labios callan

Después de 5 meses, aún me cuesta mirarte directamente a los ojos, porque me daba mucho miedo que me miraras a la misma vez y nuestras miradas se cruzaran. Y ayer sucedió. Y me di cuenta de lo mucho que te echo en falta (si, más todavía aún). Hacía tiempo que no oía tu voz, y sinceramente, hubiera preferido seguir estando sin escucharla. No me hizo ningún bien verte. Aunque me muero de ganas por verte, cada vez que te veo el mundo se me derrumba y los días posteriores son horribles.
Creía que esto sería como una especie de terapia choque, y que enfrentándome a los miedos, conseguiría superarlos. Pero sus resultados no son del todo satisfactorios. Ahora, al menos, puedo mirarte y las piernas no me flojean al verte, pero tengo comprobado de que cada vez que te veo es como si todo comenzara de nuevo, y no vuelto a estar medianamente bien hasta que pasan algunas semanas... así que estoy comenzando a plantearme si de verdad merece la pena esta mierda de terapia de choque.
Sé perfectamente que ya no sientes absolutamente nada por mí, pero daría lo que fuera por saber lo que se te pasó por la cabeza esas milésimas de segundo en las que nuestras miradas se cruzaron.
Quizá tú si que te diste cuenta de lo que pasaba por mi cabeza, ya que como dice una frase "Las miradas dicen lo que los labios callan".

sábado, 7 de enero de 2012

¿Que falló?

Sé que no debería y que esto no me hace ningún bien, pero en esta última semana no paro de rememorar los días previos a que me dejaras, intentando encontrar que falló, que es lo que pude hacer mal para mandarlo todo al traste.
Si todo iba tan bien entre nosotros, ¿por qué de pronto tú dejaste de verme como yo te veía a ti?
Sé que no consigo nada dando vueltas a eso, lo único que hago es torturarme, ya que no voy a conseguir que vuelvas a mí. No voy a conseguir que me llames para vernos esta noche, como si nada hubiera pasado. No voy a poder abrazarte con todas mis fuerzas la próxima vez que te vea...
También sé que sería arrastrarme y dejar mi dignidad a la altura del suelo, pero me muero de ganas de decirte lo mucho que te echo de menos. Y de suplicarte que podríamos volver a intentarlo. Volver a empezar de cero. Darle un giro brusco a la relación y que no fuera igual que la anterior, que estuvo destinada al fracaso...
Quizá si cambiáramos pequeñas cosas todo iría mejor. O quizá no...
¿Por qué no puedo aceptar que se acabó?

miércoles, 4 de enero de 2012

Un paso adelante, 20 pasos atrás...

Cada vez que vuelvo a verte es como retroceder 20 pasos...
Hasta un segundo antes de verte, me sentía satisfecha conmigo misma por no pensar en ti ni echarte de menos más de lo necesario. Me sentía satisfecha por mi auto - superación.
Pero todo se fue al traste al verte. En ese momento me di cuenta de que me haces falta más que nunca. En ese momento hubiera traspasado una barrera de fuego, si con ello hubiera conseguido llegar a ti y que de pronto las cosas hubieran vuelto a ser como hace 3 meses...
Pero ni había una barrera de fuego ni hubiera cambiado nada, en el caso de existir tal barrera... Simplemente me hubiera quemado... pero ni con esas hubieras vuelto a mí.
Sin embargo, la realidad fue que tuve que tenerte unas 2 horas enfrente, y aunque todo este tiempo he evitado por todos los medios mirarte a los ojos, esta vez no pude conseguirlo... y al final te miré. Y no te imaginas lo que dolió... Esperaba que en cualquier momento me miraras, con una de esas miradas tuyas y me sonrieras... Como si todo hubiera sido un mal sueño y las cosas siguieran como siempre.
Pero ni me miraste, ni me sonreíste y la vida siguió siendo la misma mierda de siempre... o incluso peor.
Me sentó fatal verte. Te he visto ya varias veces desde aquél día en que mi vida se desmoronó, pero la última vez fue... No sé ni describirlo. No me quiero ni imaginar como me sentiré cuando te vea en brazos de otra... Si ahora mismo me quiero morir, ¿qué puede ser peor?