Igual que te decía que desde que estabas a mi lado todos los días salía el sol, ahora te digo que desde que decidiste poner fin a esto, no ha salido el sol ni un sólo día.
Todos los días son igual de tristes, y soy incapaz de disfrutar de la infinidad de cosas que hay en el día a día. Estoy segura de que las hay, pero yo no consigo verlas. Sólo puedo verte a ti. Si me dicen que cierre los ojos e intente pensar en algo que me relaje, que me tranquilice, que me haga sentir bien... la única imagen que se me viene a la cabeza es tú y yo cogidos. No hacemos nada especial, sólo nos miramos. Y es que los momentos en los que estaba contigo eran los mejores momentos del día. No importaba lo malo que hubiera sido el día porque sabía que al final de ese largo día te vería y todo estaría perfecto. Porque contigo la vida era mucho más fácil. Estando contigo merecía la pena vivir. Y ahora, intento con todas mis fuerzas ver la felicidad en las pequeñas cosas del día a día, pero no puedo... Te juro que estoy haciendo lo imposible por no hundirme más de lo que estoy, quiero salir de este pozo, no quiero quedarme ahí para siempre, pero me está resultando muy difícil... y es que te necesito más de lo que nunca llegue a imaginar. Te necesito como se necesita el aire para respirar.
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